Época: Rel int Europa
Inicio: Año 1870
Fin: Año 1914

Antecedente:
Fin del concierto europeo

(C) Joaquín Córdoba Zoilo



Comentario

Durante los últimos años de la década, las relaciones entre Francia e Italia comenzaron a experimentar una mejoría que se manifestó sucesivamente en las esferas colonial, comercial y política. Si el distanciamiento entre las "hermanas latinas" se había intensificado por un hecho de naturaleza colonial -la ocupación de Túnez por Francia, en 1881-, su aproximación comenzó en el mismo plano. En 1896, ambas potencias firmaron una convención por la que Italia reconocía el protectorado francés sobre la "Regence" a cambio de ventajas económicas, y de un estatuto privilegiado para sus naturales en esta zona, en particular, el derecho de conservar sus escuelas elementales. En 1898, Francia e Italia firmaron un acuerdo comercial por el que pusieron fin a la guerra de tarifas aduaneras que habían mantenido durante más de una década.
Las razones de este mejor entendimiento fueron la congelación de las aspiraciones italianas en el norte de África, a raíz del desastre de Adua, y la presión de los medios económicos italianos por mejorar las relaciones con Francia; también los intereses del gobierno de Roma por conseguir créditos franceses. La Triple Alianza se consideraba un tratado defensivo que no impedía la mejora de relaciones con Francia. Los principales impulsores de la nueva política fueron los ministros italianos de Asuntos Exteriores -el viejo marqués Visconti-Ventosa- y Hacienda, del gobierno que siguió a la caída de Crispi, y los representantes diplomáticos de ambos países. El interés de Francia, en lo relativo a la política exterior, era evidente, ya que estaba introduciendo una cuña entre los aliados; en el plano económico, los intereses financieros e industriales franceses se sobrepusieron a los agrícolas.

Superados los contenciosos colonial y comercial, nada obstaculizaba la cooperación política. Nadie pensaba ya en serio, si es que lo habían hecho alguna vez, que la República fuera a intervenir para restituir al Papa su poder temporal. En diciembre de 1900, Italia y Francia firmaron un acuerdo secreto por el que se repartieron las zonas de influencia en el Mediterráneo: Tripolitania y Marruecos, respectivamente. En junio de 1902, a pesar del mantenimiento de la Triple Alianza, Italia llegaba con Francia a un acuerdo -lógicamente también secreto- de neutralidad en caso de guerra francoalemana.